miércoles, 27 de octubre de 2010

Tu Corazón Florece

Por Haroldo Shetemul


AQUEL VIERNES 27 de agosto, hace ya dos meses, el cuerpo de Lisandro Guarcax arribaba a la madre tierra. La neblina y la lluvia que caía esa tarde inundaba la aldea Chuatak’aj, El Tablón, Sololá, y acompañaba el cortejo fúnebre kaqchikel multicolor que llegaba al cementerio para depositar el sacrificio de uno de sus mejores hijos.

Junto a los abuelos y abuelas, que resguardan la sabiduría ancestral, también acompañaban el féretro los espíritus sagrados de Jun B’atz y Jun Ch’owen, que en la cosmogonía maya son los creadores de las artes, y Kaji’ Imox y B’eleje’ K’at, los héroes kaqchikeles que lucharon contra la invasión del sanguinario Pedro de Alvarado y que marcaron el camino de la resistencia de los pueblos originarios. Ellos son los personajes de las obras en las cuales participó Lisandro, y ese día estaban en la despedida de un amigo, un artista, un maestro que partía a la eternidad.

DOS DÍAS ANTES se había conocido la dolorosa noticia del secuestro del profesor de 32 años cuando se dirigía a la Escuela Oficial de la comunidad de Chuacruz, donde fungía como director. Los delincuentes obligaron a Lisandro a llamar a su familia para decirle que exigían Q500 mil por liberarlo; sin embargo, esa cantidad era imposible de reunir para un hogar de escasos recursos. El 26 de agosto fue localizado el cuerpo, con señales de tortura, en terrenos de la aldea Los Encuentros. De esta terrible forma los criminales habían puesto fin a la existencia de un joven que consagró su tiempo y trabajo al rescate de la cultura y el arte precolombinos de su pueblo.

LISANDRO ERA EL COORDINADOR del Centro Cultural Sotz’il Jay, una entidad de jóvenes indígenas sin fines de lucro, fundada en el año 2000 y cuyo objetivo es la recuperación del arte y la cultura maya por medio de la investigación y experimentación de la danza, el teatro y la música precolombinos. Ellos también constituyen el grupo Sotz’il, término kaqchikel que significa murciélago. “El Memorial de Sololá nos recuerda que el murciélago es el tótem de los kaqchikeles, además Ajposotz’il Jay o la Casa de los murciélagos fue el linaje que lideró al pueblo kaqchikel en la ciudad-fortaleza de Iximché hasta la llegada de los españoles en 1524”, informa esta organización en su página http://sotziljay.wordpress.com. Esa reivindicación ancestral, que recrea relatos tomados de la tradición oral de nuestros pueblos mayas, es la que el grupo Sotz’il ha llevado a varias partes del mundo y que ahora será acompañada por el espíritu de Lisandro.

HAN PASADO TRES MESES desde ese repudiable crimen y las autoridades no han avanzado en la investigación para dar con el paradero de los asesinos. El nombre de Lisandro Guarcax se confunde entre los miles de muertos que claman justicia, pero que en nuestro país se convierten en un número más de las víctimas de la impunidad. Pese a ello, el espíritu de Lisandro está presente en el movimiento “Tu corazón florece”, que ya ha efectuado dos festivales, en Sololá y la capital, en los que se recuerda con cariño el aporte del artista indígena que no nos ha abandonado, porque está presente entre el ritmo de hip hop en kaqchikel y el rock k’iche’ y las danzas mayas ancestrales. Las máscaras del jaguar y el venado no están vencidas y vuelven a bailar con la música de pitos y flautas que imitan el canto de las aves para lanzar al viento: “Lisandro, no has muerto, tu corazón florece”.

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