domingo, 5 de enero de 2014

Ri Ak’u’x expresa el arte indígena y rural

Por Siglo 21

La recuperación de la cultura ancestral, divulgando expresiones artísticas vivas que surgen en las comunidades rurales e indígenas es el objetivo del movimiento Ri Ak´u´x, que agrupa a creadores artísticos de casi todas las etnias y culturas rurales de Guatemala.

El cineasta y artista de los barriletes de Sumpango Victorino Tejaxún, uno de los organizadores del movimiento, cuenta que este se constituyó para dar continuidad al legado de Lisandro Guarcax, quien dedicó su vida a investigar y recopilar elementos del arte prehispánico que se integran en el trabajo de Sotz’il, grupo fundado por Guarcax.

Otro organizador, Otto Xitumul, afirma que han unificado a agrupaciones de diferentes comunidades lingüísticas y orígenes, comprometidas con la recuperación del arte de los pueblos originarios, “conservada por nuestros abuelos y abuelas”.

Benigno Simón, compositor y representante del grupo de rock maya Aj Batz´, señala que el arte indígena debe tener relevancia en una sociedad multicultural como la de Guatemala. Según dice: “Enfatizamos en que la expresión artística de los pueblos indígenas no es una muestra de folclore, sino de arte vivencial”.

“Una historia de despojo y opresión ha sido el cimiento para que los pueblos originarios fortalezcan su identidad común, y en este caso esto se manifiesta a través del arte”, afirma Simón.

Los rostros de Ri Ak´u´x

El movimiento aglutina a mayas de todas las etnias de Guatemala, quienes se expresan a través de las más variadas manifestaciones artísticas: cine, danza, teatro, música ancestral y rock maya, artes plásticas y fotografía entre otras.


Dos de ellos son Verónica Salcaxot, una de las primeras mujeres mayas que se dedica al cine y Edgar Calel, joven artista visual de Comalapa.

Ella es una joven que aparenta ser reservada y seria, aunque a los pocos minutos de platicar, la sonrisa brota de su rostro. “Comencé estudiando Comunicación en la Universidad Mesoamericana de Xela, donde nací y me crié. Realicé estudios de teatro y luego gané una beca para aprender cine en Casa Comal, patrocinada por la Embajada de Noruega”, cuenta Verónica.

No se considera una feminista radical, pero la problemática de las mujeres y las teorías de género son dos elementos constantes en su formación y en su trabajo cinematográfico.


Como parte de su vínculo con los temas de género, la cineasta participa en un colectivo llamado Lemow (espejo, en kakchiquel), integrado por mujeres mayas.


Según la cosmovisión Maya, no debe existir división entre los hombres y las mujeres, “que son complementarios, por lo cual los compañeros han apoyado mucho la existencia de este colectivo”, afirma Verónica.

Al preguntarle sobre el cine maya, que hasta hace muy poco tiempo era inédito en Guatemala, menciona que es parte de un colectivo llamado Grupo Red de Cineastas Mayas (Recma), con participantes de diferentes etnias.

Su visión sobre el quehacer cinematográfico la resume en estas palabras: “Todos tenemos historias que es importante dar a conocer, denunciar y mostrar nuestra historia pasada y reciente, tanto lo negativo como lo positivo, que también existe. Queremos ser hombres y mujeres que aporten a la cultura de nuestros pueblos mayas y de nuestro país. Así veo el cine”.

Édgar Calel, integrante del proyecto Kamin, de Comalapa, es un artista que ha colaborado con el movimiento. Durante un tiempo, fue a todas partes llevando colgada de su cuerpo una piñata en forma de quetzal, que canjeó por un trabajo suyo. Nacido en “tierra de pintores”, es hijo de Pedro Calel, artista representativo del municipio.

Estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) y obtuvo una beca en Nicaragua. Ha estudiado en academias de Argentina y Brasil. Ahora alterna el trabajo agrícola en la propiedad familiar con la experimentación artística.

“En la casa vivimos 13: padres, abuela, hermanos y yo. Todos pintamos y todos trabajamos la tierra”, afirma y agrega que la solidaridad es una práctica sin compromisos pero recíproca entre los pueblos mayas.

Es maya kakchiquel, por lo cual practica la espiritualidad ancestral. “Hemos perdido la sensibilidad de lo sagrado que puede ser cada momento. Cada acción que realizamos es un ritual”, afirma Edgar, quien considera que en el panorama político actual no hay opciones para la juventud.
En cuanto a la situación de los jóvenes y el futuro, considera: “Te diseñan la vida para estudiar, graduarte y trabajar, pero después resulta que no hay empleos ni oportunidades. Lo que uno desea es que todos los que estamos trabajando podamos tejer un mundo donde el futuro sea más colectivo”, concluye.
Así lo dijo:

  • “La primera vez que uno escribe, casi siempre se refiere a su vida”— Verónica Antonieta Sacalxot Chojolá, cineasta k’iche’
  • “Respirar diferentes aires me ha dado más seguridad y una visión más amplia.”— Edgar Calel, artista visual

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