Sentados en pequeñas sillas y petates, infantes de la comunidad de Xolsacmalja’ en el municipio de Totonicapán del mismo departamento escuchan atentos anécdotas, cuentos, leyendas y mitos acerca de la vida comunitaria, contados por ancianos y ancianas de su aldea.
Los niños y niñas comprendidos entre los ocho a doce años de edad después de escuchar y conversar con los abuelos, dibujan sobre lienzos de papel y tela toda la información recibida; en palabras de Evelyn Caniz facilitadora de las conversaciones “esta dinámica de trabajo son parte de las actividades de la biblioteca comunitaria K’ak’ Nojib’al, nuevo conocimiento, para despertar el interés por la lectura”.
Keila Menchú, una de las niñas, representa desde su dibujo uno de esas leyendas contada por la abuela Nicolasa Vásquez “Un gigante sale a las seis de la tarde, sube a la montaña y si alguien mata a los animalitos se enoja y les pone un castigo… muchas de las historias no lo conocíamos; las abuelas, nos lo cuentan para que cuidemos los cerros, los bosques, nuestra vida, para no andar solos o salgamos sin permiso de nuestra casa a hacer cosas malas”.
Además de la lectura, K’ak’ Nojib’al, también busca documentar la tradición oral de la aldea de habla K’iche’, promover la investigación comunitaria como herramienta de identificación y encuentro cultural, rescatar los valores ancestrales de protección del medio ambiente, respeto, la cosmovisión y espiritualidad maya, así mismo promover y desarrollar las artes plásticas entre los pequeños.
El diálogo entre abuelos y niños se desarrolla en el edificio que ocupa la biblioteca comunitaria, el intercambio de historias y preguntas lo desarrollan desde el idioma k’iche’, para quienes tienen dificultad en entenderlo, son apoyados por sus mismos compañeros, traduciendoles la información al castellano, generando esa confianza de interrelación generacional con abuelos y abuelas que solo dominan el idioma local.
La recopilación de estas narraciones luego es sistematizada para la edición de un libro, el cual es ilustrado por los dibujos y bordados realizados por los niños como material de enseñanza aprendizaje de la vida en comunidad de la aldea Xolsacmalja’ en el municipio y cabecera departamental de Totonicapán, Guatemala.
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