Una lágrima mientras leía los poemas a tu vida... una lágrima de tristeza por alguien que nunca conocí, ni escuché pero que sentí a través de tus entrañables y fieles amigos; ellos con su amor por tí, Lisandro, nos han hecho sentir tu canto a la libertad y a la vida eterna y por tí seguiremos siendo guerreros por la paz y la justicia aunque seamos pocos, aunque nos den la espalda, aunque nos llamen locos.
Seguiremos luchando con las armas de las artes y la palabra amable. Porque el verdadero hombre no debe destruir sino instruirse. Aquí, humildemente te seguimos hasta que, como dijo tu papá, "volvamos a esa tierra que germinas y transformas para contarte que se quedaron otros siguiéndote y sembrando".
Seguiremos luchando con las armas de las artes y la palabra amable. Porque el verdadero hombre no debe destruir sino instruirse. Aquí, humildemente te seguimos hasta que, como dijo tu papá, "volvamos a esa tierra que germinas y transformas para contarte que se quedaron otros siguiéndote y sembrando".
Desde España con cariño para Lisandro y su familia.
Luna
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